Es común que películas como The Wolf Of Wall Street se vean opacadas por su elenco y equipo de producción, empezando por el director y terminando por el mismo.
El Director Martin Scorsese es garantía y la mancuerna con Leonardo DiCaprio esta más que probada. Si a eso le sumamos una historia de la vida real basada en el libro del mismo nombre de
Jordan Belfort la formula resulta infalible.
La película de 3 horas de duración no pierde ritmo en ningún momento. El desarrollo de la historia y los personajes justifica plenamente cada minuto de duración de "la cinta".
El estilo marca registrada de Scorsese alcanza momentos épicos, la voz en Off del personaje principal contando su historia, confesando sus culpas para inmediatamente justificarse y darle un sentido terrenal a todas sus decisiones, y esta vez, Jordan Belfort (DiCaprio) habla directamente a la cámara... como si supiera que estamos ahí viendo su historia, juzgandolo y envidiandolo.
La película que se mueve magistralmente entre terrenos del drama, el crimen y la comedia, va y vienen a placer y hasta mezcla cada género... tiene también una fuerte carga sexual que se expone acorde a las diferentes décadas en las que se desarrolla la trama y el "atractivo visual" es notable y digno ser mencionado.
Las películas de Scorsese no serían lo que son sin ese arduo y efectivo trabajo de armar un reparto que de juego y sea contrapeso de los personajes principales... en este séntido Jonah Hills se lleva las palmas...
Aunque para algunos la película tenga tatuado el slogan de "los grandes perdedores de la pasada entrega de los oscares" tengo que decir que no le quita ni medio gramo de calidad y merito. The Wolf Of Wall Street (2013) es desde ya una película emblemática de esta primera mitad de la década.
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